Los votantes de San Francisco enfrentarán una amenaza inminente a su privacidad y libertades civiles en las votaciones del 5 de marzo de 2024. Si la Propuesta E se aprueba, lo que podemos esperar es que el Departamento de Policía de San Francisco (SFPD, por sus siglas en inglés) use sobre la comunidad tecnología no probada y potencialmente peligrosa en cualquier momento que quiera, durante un año, sin vigilancia. ¿Cómo sabemos esto? Porque el texto de la Propuesta permite explícitamente eso, y porque un promotor de la medida del gobierno de la ciudad ha dicho ese tanto.

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Mientras se discutía la Propuesta E el 13 de noviembre de 2023 en una reunión de la Junta de Supervisores, el empleado de la municipalidad dijo que la nueva regla “autoriza al departamento a tener un periodo piloto de un año para experimentar, trabajar con las nuevas tecnologías para ver cómo funcionan”. Solo mira el video arriba para que seas testigo por ti mismo de cómo se dice esto.

Ellos también tendrían que saber cómo estas tecnologías impactarán a las comunidades, en lugar de tomar una aproximación de desplegar-primero y hacer-preguntas-después.

Cualquier promotor de la privacidad o de las libertades civiles tendría que hallar esta declaración deplorable. La policía debería saber cómo funcionan las tecnologías (o si es que funcionan), antes de desplegarlas en las calles. Ellos también tendrían que saber cómo estas tecnologías impactarán a las comunidades, en lugar de tomar una aproximación de desplegar-primero y hacer-preguntas-después. 

Esta medida puesta a votación también erosionará la ordenanza de vigilancia hito de 2019 que exige a las agencias municipales, incluyendo al departamento de policía, buscar la aprobación de la democráticamente elegida Junta de Supervisores antes de adquirir o desplegar nueva tecnología. Las agencias también deben proporcionar un informe al público acerca de exactamente cómo sería usada la tecnología. Esto es importante no solo para asegurar que las personas que viven o trabajan en la ciudad tengan una voz en cuanto a las tecnologías de vigilancia que podrían ser usadas para la supervisión policial de sus comunidades, también es, bajo cualquier perspectiva, una disposición razonable y de sentido común.  

Sin embargo, la iniciativa de votación intenta degollar la ordenanza de 2019. La medida dice “... el Departamento de Policía puede adquirir y/o usar una Tecnología para la Vigilancia siempre y cuando entregue una Política de Tecnología de Vigilancia a la Junta de Supervisores para su aprobación para ordenanza dentro de un año de su uso o adquisición, y puede continuar usando esa Tecnología de Vigilancia hasta el final de ese año a menos que la Junta adopte una ordenanza que desapruebe la Política…”. En otras palabras, la policía tendría la capacidad de desplegar virtualmente cualquier nueva tecnología de vigilancia que desee por un año completo sin ninguna supervisión, rendición de cuentas, transparencia, ni nada semejante a un control democrático.  

Esta medida puesta a votación volvería a San Francisco en un laboratorio donde la policía se le da rienda suelta para usar las tecnologías menos probadas, peligrosas, sobre residentes y visitantes sin reparo ante críticas u objeciones.  

Esta medida puesta a votación volvería a San Francisco en un laboratorio donde la policía se le da rienda suelta para usar las tecnologías menos probadas, peligrosas, sobre residentes y visitantes sin reparo ante críticas u objeciones. Esto significa un año en el que la policía sea susceptible a seguir órdenes de algoritmos defectuosos y racistas. Un año durante el cual la policía pueda potencialmente entrar en contrato con compañías que compran datos de geolocalización de millones de teléfonos celulares y escudriñar entre los datos.  

Tirar a la basura mecanismos importantes de supervisión que evitan que la policía actúe sin revisiones democráticas y cuentas no hará que la ciudad sea más segura. Con todas las tecnologías de vigilancia increíbles, peligrosas, de casi ciencia ficción que actualmente están disponibles a la policía local, debemos asegurar que la cura no sea más cara que la enfermedad. Pero eso es exactamente lo que pasará si la Propuesta E se aprueba, y la policía es capaz de exponer a comunidades ya marginalizadas y vigiladas en exceso a una nueva generación de tecnologías de vigilancia.  

Entonces, dile a tus amigos. Dile a tu familia. Grítalo desde los techos. Habla de esto con extraños cuando vayas en el MUNI o BART. Tenemos que organizarnos para que podamos, como comunidad, votar No a la Propuesta E en la votación del 5 de marzo de 2024.

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