Rience

Biografía[]

Asistió a la Academia de Ban Ard durante dos años, pero fue expulsado por hurto. Fuera de la escuela fue recibido por los reclutadores del servicio secreto de Kaedwen y aceptó su oferta, probablemente siendo entrenado como un asesino. Algún tiempo después fue encarcelado por la reina Calanthe de Cintra por algunas deudas, pero todas fueron pagadas por una persona anónima. Rience luego desapareció sin dejar rastro y apareció después de la Primera Guerra del Norte, aparentemente lleno de dinero en efectivo.

Buscando a Ciri[]

Cuando se le asignó la tarea de encontrar a Ciri fijó sus ojos en el bardo Jaskier, cuya famosa balada sobre la Leoncilla de Cintra había llamado su atención, especialmente porque se refería a que Ciri estaba bajo el cuidado de un brujo. Mientras Jaskier visitaba un burdel, Rience contrató a algunos matones para capturarlo y torturarlo para obtener información, pero Yennefer interfirió antes de que pudieran sacarle alguna información y lanzó un poderoso hechizo de fuego a través del portal abierto del hechicero justo antes de que se cerrara, dejando una notable marca de quemadura en el lado izquierdo del rostro de Rience.

Oxenfurt[]

Aproximadamente dos años después de la masacre de Cintra, Geralt aceptó un contrato en una barcaza para la Compañía de Malatius y Grock con la intención de atraer a Rience. Sin embargo, Rience ofreció una recompensa a varios guardias temerios deshonestos, quienes abordaron la barcaza en la que estaba el brujo con la intención de capturarlo para Rience. Casi tuvieron éxito hasta que el monstruo que había estado plagando las aguas atacó y todos los guardias rebeldes fueron asesinados posteriormente.

Sabiendo que Rience estaba cerca, Geralt se escondió en Oxenfurt por un corto tiempo antes de unirse a Shani, Jaskier y Philippa Eilhart. Cuando se mencionó el nombre de Rience, Shani de repente preguntó si tenía una cicatriz de quemadura en la cara. Más tarde fueron a buscar a un curandero, Myhrman, y Shani reveló que cuando lo había ido a visitar hace unos días este estaba entreteniendo a un invitado al que llamaba "Maestro Rience", quien le había "tirado los tejos" a ella antes de que Myhrman le dijera que no la molestara.

Rience sabía que intentarían buscarlo, así que repartió varios amuletos que le enviaban un mensaje directamente con la esperanza de que el brujo encontrara y usara uno. Contrató a los hermanos Michelet para que se encargaran de Geralt, aunque les mintió diciendo que era solo un hombre común al que necesitaban matar, no un brujo habilidoso. Rience apareció poco después en la casa de Myhrman, declarando que el brujo había caído en su trampa y que después de que acabara con Geralt, él mismo perseguiría a Yennefer por la quemadura que ella le había infligido, pero Geralt respondió que Rience también había caído en su trampa, ya que sabía que el hechicero aparecería esta vez.

El hechicero trató de lanzarle un poderoso hechizo a Geralt, quien lo desvió con facilidad. Sorprendido, Rience tuvo dificultades para intentar lanzar más hechizos y se fue, dejando que los cuatro hermanos lidiaran con Geralt, pero todos fueron rápidamente cortados por la espada del brujo que luego persiguió a Rience. Rience finalmente pudo conjurar un portal, pero Geralt lo atrapó por su capa antes de que pudiera entrar y comenzó a golpearle en la cara, preguntándole para quién estaba trabajando. Sin embargo, el brujo se distrajo momentáneamente por el portal, pensando que otros iban a pasar, y el mago fue capaz de atacar a Geralt lo suficiente como para que le dejara. Cuando Rience se arrastró hasta el portal aún abierto, Geralt se movió para agarrarlo pero Philippa lo paralizó de repente, sosteniendo al brujo en su lugar el tiempo suficiente para que Rience se arrastrara por el portal y desapareciera.

Golpe de Thanedd[]

Tiempo después, se enteró de que Geralt había estado pagando a una empresa de investigación, Codringher y Fenn, para obtener más información sobre él. Al darse cuenta de que mientras el brujo buscaba más información, era más probable que quedara expuesto, envió asesinos para acabar con los detectives mientras Vilgefortz lo enviaba a la isla de Thanedd para tratar de capturar a Ciri durante el cónclave de magos. Sin embargo, esta reunión entre los líderes de la Hermandad de los Hechiceros era en realidad un intento de golpe por parte de los partidarios nilfgaardianos, quedando Rience atrapado en medio de la lucha mientras intentaba encontrar a Ciri.

Casi logró atrapar a Ciri cuando esta se encontraba corriendo por el Garstang, tratando de evadir a los Scoia'tael y hechiceros hostiles. Creyendo que la tenía acorralada, Ciri procedió a salir por la ventana cercana y comenzó a moverse a lo largo del borde, enviando Rience a uno de los elfos para que la atrapara. Sin embargo, Ciri notó el estrecho puente de debajo y luego saltó, aterrizando con seguridad y escapando de Rience una vez más.

Tor Zireael[]

Asociado ahora con Leo Bonhart y Stefan Skellen y su pandilla, persiguieron a Ciri desde Dun Dare hasta Mil Trachta, donde la muchacha esperaba llegar a Tor Zireael, una torre mítica que se creía que albergaba un portal que podría usar para escapar de ellos. Sin embargo, el terreno y el clima invernal complicaron la persecución y Rience y los demás tuvieron que cruzar por un lago congelado. Rience se mantuvo firme en que no había forma de que Ciri pudiera flanquearlos o escapar, siendo sus huellas cada vez más claras. Sin embargo, justo cuando sintieron que ella estaba a solo unos pies delante de ellos, en la niebla, sus huellas desaparecieron repentinamente.

El grupo rápidamente se enteró de que Ciri se había puesto patines e intentaron prepararse, pero ella atacó rápidamente, asesinando a uno de ellos, desapareciendo en la niebla y luego regresando para repetir el proceso. Después de matar o golpear a cuatro de ellos, Skellen le exigió a Rience que usara su magia para evitar que patinara, pero Rience, asustado, lanzó un hechizo que solo funcionó a medias: en lugar de romper el hielo hacia el sonido del patinaje, cortó el hielo horizontalmente, justo donde estaba su grupo. Rience cayó al agua helada pero se aferró a los bordes del hielo, pidiendo ayuda a los demás quienes simplemente lo ignoraron. Ciri se acercó y frenó, mirándolo fijamente, mientras Rience, en un último esfuerzo, le ofreció contarle dónde estaba Yennefer si lo salvaba. Ciri se burló de su declaración anterior, diciéndole que los dedos que estaba usando ahora para evitar hundirse eran los mismos con los que amenazaban con lastimarla. Luego se alejó patinando antes de regresar a toda velocidad, patinando expertamente justo al borde de la grieta y cortándole los dedos. Rience, ahora separado del hielo, se ahogó en las aguas.