Ahsha Safaí no necesitó guías el viernes por la tarde -como ya lo hizo en la Misión y en Tenderloin a principios de esta semana, para presentarse a los propietarios de negocios en Geneva Avenue y London Street, a una manzana de uno de los corredores comerciales más concurridos de su distrito.
“Tengo que hacerlo muy bien en mi distrito”, dijo el supervisor del Distrito 11 y aspirante a la alcaldía. “Porque es mi base de apoyo”.
De hecho, el viernes, cuando saludó a los comerciantes y vecinos, la mayoría parecía conocerlo y se alegraron de que se postulara como candidato a la alcaldía. Algunos le pidieron carteles para ponerlos en sus locales. Uno de los “tíos chinos” del Café Claddagh lo reconoció: “¡Te he visto en la tele!”.
Su primera parada fue en Cobbler’s Number Two, una tienda que ha estado funcionando desde 1928, donde llevó sus gastados zapatos de cuero para que les sacaran brillo antes de sus eventos consecutivos del viernes por la noche.
Fuera de la zapatería, Safaí se detuvo a hablar con un hombre sin hogar. “Tony”, le llamó por su nombre. “Tenemos que meterte adentro, tío. ¿Por qué no quieres ir a un refugio?”.
“Simplemente no lo siento en mi corazón”, dijo Tony.
Safaí dijo que su equipo había hablado antes con Tony sobre un refugio, pero no tuvieron éxito.
“Tendré que volver aquí y hablar contigo una vez más”, le dijo Safaí antes de seguir adelante.
Posteriormente, Safaí visitó la barbería Amazon, a una manzana de distancia, donde se corta el pelo dos veces al mes. Con o sin Safaí presente, Chad Ayesh, su peluquero, habló muy bien de Safaí como supervisor y como “amigo”.
“Nunca he oído una queja de él, y escucha lo que todo el mundo tiene que decir”, dijo Ayesh.
Ayesh señaló el estacionamiento de bicicletas Bay Wheels, situado al otro lado de la calle, estaba situado en la banqueta, en lugar de en la calle. “Cuando pusieron estas bicis en la calle, ocupando espacio, le dije a Ahsha: ‘Oye, mis clientes ya no quieren venir aquí'”, dijo Ayesh. “Y literalmente al día siguiente estaban en la banqueta”.
En el Distrito 11, los residentes dijeron que esperan que el nuevo alcalde tome en cuenta al barrio en el momento de tomar decisiones.
“Estamos en el límite de la ciudad”, dijo Marwan, que trabaja en Phillies, una tienda de cheesesteak en Geneva Avenue. “Él (Safaí) sabría transmitir lo que aprendió subiendo por el peldaño”.
“En esta época del año”, añadió Marwan, refiriéndose a la campaña electoral: Otros candidatos a la alcaldía también se han acercado a su tienda, con “su campaña, cámaras y gente”.
Sin embargo, en el vitral de Marwan no había carteles de otros candidatos a la alcaldía. Safaí puso su cartel, justo debajo del letrero “abierto”.
Hacia las 16:30 horas, mientras Safaí se tomaba un breve descanso antes de sus eventos nocturnos, Simon Huang que le estaba cortando el pelo a una clienta en la peluquería Art Hair Salon. Al oír el nombre chino de Safaí, el residente de Excelsior lo reconoció y dijo que Safaí había visitado su establecimiento hacía uno o dos años.
Huang, un inmigrante chino que lleva más de 10 años viviendo en el distrito, dijo que veía a los funcionarios electos como figuras políticas con autoridad, no como personas que se preocupan de verdad por sus electores.
“Más vale tener cuidado al hablar con los funcionarios electos”, bromeó con esta periodista en chino mandarín. Parecía pesimista sobre lo que pueden hacer las y los funcionarios. “Pueden resolver algunos problemas, pero la mayoría no”.
Huang elogió algunos trabajos realizados en el Excelsior en los últimos años, aunque no estaba seguro de que pudieran adjudicarse al supervisor.
Un amigo de Huang, al que le rompieron los cristales de su negocio, recibió una subvención de 500 dólares para compensar los gastos. A lo largo de la avenida Geneva y la calle Misión, Huang dijo que notó menos personas sin hogar y vio a trabajadores limpiando y patrullando las calles.
“No importa quién estaba a cargo de eso, él merece algunos elogios”, dijo Huang, señalando el tramo de la calle Misión fuera de la ventana. “Esta calle está realmente limpia”.
Sin embargo, como a muchos, la seguridad pública es la principal preocupación de Huang, y lo tendrá en cuenta a la hora de decidir por quién votar en noviembre. Espera que haya más cámaras de vigilancia y más agentes de policía.
Pero, por ahora, Huang no se ha decidido.
En la actualidad, todos los aspirantes a la alcaldía hablan de seguridad pública y sus estrategias suenan muy parecidas.
Mark Farrell afirmó que aumentará la plantilla policial, removerá los campamentos de personas sin hogar y sustituirá al jefe de la policía. Daniel Lurie también prometió aumentar la plantilla policial y los patrullajes a pie por los barrios. Aaron Peskin abogó por cubrir las 300 vacantes en el departamento de policía y arreglar el sistema de contratación de funcionarios de la ciudad, al tiempo que adoptó una “verdadera policía de proximidad”.
London Breed, aunque abandonó la narrativa catastrofista y presumió de una reducción en la tasa de criminalidad, se comprometió tener una plantilla policial completa y a “hacer de San Francisco la gran ciudad más segura del país”.
Al igual que sus oponentes, Safaí siguió asegurando el viernes a las y los propietarios de negocios y a los residentes que implementará una “policía de proximidad proactiva” con más agentes a pie y en bicicleta.
Safaí presentó el año pasado una ley que obligaba al departamento de policía a adoptar más patrullajes a pie y en bicicleta y a poner en marcha un plan de policía de proximidad para cada comisaría. La legislación fue aprobada por unanimidad en la Junta de Supervisores, pero fue devuelta sin firmar por Breed, citando la falta de agentes de policía en servicio activo y las preocupaciones en torno a tener un mapa público detallando el paradero de los agentes de policía. Dijo que esto último podría tener “consecuencias negativas no deseadas”.
En cuanto a la viabilidad, Safaí dijo que todas las comisarías tienen presupuesto para pagar las horas extra. “Así que es cuestión de conseguir que los capitanes animen a los agentes a apuntarse a hacer los patrullajes a pie”, dijo. “A medida que el personal vuelva a aumentar, no se recurrirá a las horas extra”.
Pero, ¿hasta qué punto se puede “incentivar”? Hacer turnos de patrulla es voluntario para los policías, y “sigue haciendo falta un liderazgo fuerte para ponerlo en práctica”, dijo Safaí.