Ozempic y Wegovy, medicamentos para diabetes y sobrepeso, tratarían también cardiopatías

Un nuevo estudio demuestra que la semaglutida disminuye los síntomas de la insuficiencia cardíaca, como la fatiga y la hinchazón, a la vez que reduce el peso corporal.
Pluma inyectora de Novo Nordisk
El éxito de los superventas de Novo Nordisk, Ozempic y Wegovy, fármacos que ayudan a perder grandes cantidades de peso corporal, se trasladaría también al tratamiento de cardiopatías.Carsten Snejbjerg/Bloomberg/Getty Images

Los beneficios del medicamento semaglutida, comercializado bajo las marcas Ozempic y Wegovy, parecen ir más allá del control de la diabetes y de la pérdida de peso. Nuevas investigaciones demuestran que el fármaco también tiene efectos cardiovasculares positivos y podría mejorar la calidad de vida de las personas con problemas cardíacos y de sobrepeso.

En un ensayo de más de 500 pacientes de 13 países, con obesidad e insuficiencia cardíaca, quienes recibieron una inyección semanal de semaglutida en el transcurso de un año redujeron síntomas como la fatiga, la dificultad para respirar y la hinchazón. También experimentaron notables mejoras en sus capacidades físicas y en la práctica del ejercicio. Los resultados se publicaron a finales de agosto en la revista The New England Journal of Medicine.

Cómo ayuda la semaglutida a las afecciones cardíacas

La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el órgano se esfuerza por bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo, porque es demasiado débil o no lo bastante elástico. Los pacientes de este estudio padecían un tipo común en la que el corazón trabaja con normalidad pero está demasiado rígido para llenarse correctamente.

La prevalencia de este trastorno médico ha aumentado rápidamente, indica Mikhail Kosiborod, cardiólogo del Saint Luke's Mid America Heart Institute de Kansas City e investigador principal del estudio. “Además de elevar el riesgo de muerte y hospitalización, es una verdadera carga para los pacientes en cuanto a síntomas debilitantes”, afirma. Las personas se cansan con facilidad y frecuentemente presentan problemas para realizar actividades cotidianas, como ducharse, vestirse, ir al supermercado y caminar.

Kosiborod sostiene que cada vez hay más pruebas de que la obesidad no es una simple coincidencia en estos pacientes, sino que quizá sea la causa fundamental de su insuficiencia cardíaca. Así que los investigadores recurrieron a la semaglutida para ver si el medicamento aliviaba los síntomas actuando sobre su peso. “Lo que observamos fue bastante sorprendente”, expresa.

En una escala de 100 puntos empleada habitualmente para evaluar los síntomas y la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardíaca, los sujetos que tomaron semaglutida mostraron una mejora cerca de los 17 puntos, en comparación con el grupo placebo, que registró un progreso de casi 9 puntos. Los pacientes que recibieron semaglutida perdieron un promedio del 13.3% de su peso corporal, frente a una reducción del 2.6% en el grupo placebo. También fueron capaces de caminar 20 metros más en una prueba de seis minutos que determina la resistencia, y presentaron menos hospitalizaciones y visitas a urgencias durante el año que duró el estudio.

La obesidad favorece la insuficiencia cardíaca de distintas maneras. Un aumento excesivo de peso causa inflamación, incluso en el corazón. Esa inflamación endurece el corazón e incrementa el riesgo de insuficiencia. Un mayor peso corporal también equivale a un mayor volumen de sangre, lo que eleva la presión dentro del corazón y causa congestión. La hipertensión también engrosa el músculo cardíaco, lo que provoca que el corazón esté demasiado rígido para bombear suficiente sangre al organismo.

Kosiborod comenta que la pérdida de peso explica algunos de los beneficios de la semaglutida para los pacientes con insuficiencia cardíaca, pero no todos. Agrega que es probable que el medicamento actúe de otras formas que los investigadores aún no comprenden del todo.

El estudio fue patrocinado por Novo Nordisk, que fabrica Ozempic y Wegovy. La semaglutida fue desarrollada originalmente por la empresa como medicamento para tratar la diabetes de tipo 2. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU lo aprobó como Ozempic para la diabetes y Wegovy para el control del peso, aunque el primero también se prescribe de forma indirecta para tratar el sobrepeso.

Las personas con diabetes tipo 2 no producen suficiente insulina o son resistentes a ella. La semaglutida imita a la hormona GLP-1, que se fabrica en el intestino y regula el azúcar en la sangre incitando al organismo a generar insulina. Esta hormona también interactúa con el cerebro para regular el apetito y la versión farmacológica conduce a la pérdida de peso al transmitir una sensación de saciedad para que la gente coma menos.

Además de estudiar de qué manera el fármaco aminora la insuficiencia cardíaca en personas con obesidad, Novo Nordisk está investigando si ofrece beneficios cardiovasculares más generales. El mes pasado, la compañía anunció que las inyecciones semanales de semaglutida durante un período de cinco años redujeron el riesgo de derrame cerebral e infarto de miocardio en un 20% en más de 17,000 personas con obesidad y antecedentes de enfermedad cardiovascular. La empresa aún no publica los resultados detallados de ese ensayo, pero se espera que los revele en una conferencia a finales de este año.

“Es muy emocionante”, declara Martha Gulati, directora de cardiología preventiva del Smidt Heart Institute del Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles. Dado que el sobrepeso o la obesidad también agravan el riesgo de derrame cerebral e infarto de miocardio, espera que los pacientes que adelgacen sufran menos episodios de este tipo.

Semaglutida, medicamento prometedor para problemas cardíacos

Gulati destaca que “una reducción tan considerable de los eventos cardiovasculares me dice que ocurre algo más”. Añade que es posible que la semaglutida tenga un efecto antiinflamatorio, por ejemplo. “No creo que sepamos del todo cómo funciona el medicamento hoy en día”, observa.

También existe evidencia preliminar de que Ozempic y Wegovy servirían para calmar la ansiedad por el alcohol. Un estudio independiente publicado en The Lancet en junio por investigadores suecos descubrió que la administración del fármaco a ratas dependientes del alcohol reducía su consumo en un 50%.

Nathan Wong, director del Programa de Prevención de Enfermedades Cardíacas de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en Irvine, asegura que los resultados respecto a la insuficiencia cardíaca, combinados con el reciente anuncio de Novo, son prometedores. “Esto expande la utilidad potencial de este medicamento”, resalta.

Los últimos hallazgos tienen base en los resultados de estudios publicados en 2021 en The New England Journal of Medicine, que descubrieron que, en personas con sobrepeso u obesidad, el fármaco reducía el peso corporal en un promedio del 14.9% y conducía a la disminución de ciertos factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial y el nivel de lípidos o compuestos grasos en la sangre.

Con base en ese documento de 2021, Wong y sus colegas utilizaron modelos estadísticos para calcular cuántos estadounidenses podrían beneficiarse con la semaglutida. Su estudio, publicado en agosto, llegó a la conclusión de que si a los 93 millones de adultos en Estados Unidos con sobrepeso y obesidad se les prescribiera el medicamento, a lo largo del mismo período, podría haber 43 millones menos de personas con obesidad y, en 10 años, se evitarían hasta 1.5 millones de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y otros incidentes cardiovasculares adversos.

Actualmente, las estatinas son el medicamento más utilizado para reducir el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Actúan reduciendo el colesterol LDL o “malo”, y se ha demostrado que disminuyen drásticamente el riesgo de episodios cardiovasculares. La semaglutida podría ofrecer beneficios adicionales a las personas que ya toman estatinas.

Unos efectos positivos para el corazón más amplios supondrían que más personas querrían tomar Ozempic y Wegovy. Pero para que eso ocurra, destaca Wong, los medicamentos tendrán que ser más económicos. Sin seguro médico, el precio de lista de Ozempic es de 935 dólares y el de Wegovy de 1,350 dólares por dosis mensual en Estados Unidos; aunque una versión para enfermedades cardiovasculares tendría un precio y marca diferentes. Incluso con cobertura, es posible que algunas personas no tengan la posibilidad de pagar los coseguros, y los suministros del fármaco son actualmente limitados debido a la gran demanda.

Novo Nordisk tiene previsto solicitar la aprobación de las autoridades reguladoras de Estados Unidos y Europa para más usos de la semaglutida. Una vez que un medicamento está en el mercado, el proceso de autorización para indicaciones adicionales suele ser más rápido, puesto que ya demostró ser seguro. Si se concede, este fármaco éxito de ventas se convertiría en su propia secuela.

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.


Estudios e informes mencionados en este artículo: