Los juicios por crímenes de guerra entran en una nueva era digital

Una plataforma personalizada desarrollada por SITU Research ayudó por primera vez a la fiscalía de la Corte Penal Internacional en un juicio por crímenes de guerra. Podría cambiar la forma de hacer justicia a escala internacional.
Una pantalla negra que muestra un mazo en movimiento hecho de estructuras metlicas sobre tomas areas de fondo.
Fotoilustración: ANJALI NAIR; GETTY IMAGES

En 2012, el grupo yihadista Ansar Eddine, vinculado a Al Qaeda, arrasó Tombuctú. Luego se apoderó del control de la ciudad maliense. Como parte de la imposición de la sharia a los residentes, el grupo creó una fuerza policial islámica, dirigida por Al Hassan Ag Abdoul Aziz. Ansar Eddine controló la ciudad hasta 2013, cuando una campaña militar dirigida por Francia les expulsó de allí.

Durante su mandato en la policía islámica, Al Hassan ayudó a llevar a cabo una campaña de "matrimonios forzados" y flagelaciones a personas acusadas de violar las estrictas normas religiosas impuestas por Ansar Eddine. Se enfrentaba a 13 cargos de crímenes contra la humanidad ante la Corte Penal Internacional de La Haya (CPI). El miércoles, la CPI declaró a Al Hassan culpable de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, entre ellos tortura y tratos crueles, por los que podría ser condenado a cadena perpetua.

Ahora la justicia será digital

Como parte del caso, los fiscales emplearon una estrategia única de presentación de pruebas: una réplica inmersiva y a la medida de la ciudad, que incluye pruebas visuales de dónde tuvieron lugar los presuntos crímenes. Creada por SITU Research, una empresa de investigaciones visuales, la plataforma utilizada para procesar a Al Hassan representa un momento decisivo en la forma de presentar las pruebas de crímenes de guerra y el tipo de pruebas que la CPI podría tener en cuenta en futuras sentencias.

Creada en 2002, la CPI es relativamente joven. Alexa Koenig, profesora de Derecho de la Universidad de Berkeley, quien ayudó a crear la Junta Asesora de Tecnología de la CPI, refiere que el impulso para incorporar las nuevas tecnologías a las pruebas surgió como respuesta a una evaluación del tribunal de que los casos dependían demasiado del testimonio de los testigos.

"Los jueces decían que la acusación tenía un problema", explica Koenig, "y que se basaba en exceso en las historias de los supervivientes sin aportar la información que corroborara las pruebas necesarias para que los casos siguieran adelante".

A medida que las pruebas de crímenes de guerra se han ido digitalizando a través de contenidos en redes sociales o videos y fotos subidos a internet, comenta Koenig, el tribunal ha permitido que este material se presente como prueba, pero otras herramientas, como la plataforma creada por SITU Research, son todavía una forma incipiente de presentar pruebas. Y dado que los casos pueden tardar mucho más en tramitarse en la CPI que en otro tipo de tribunal, destaca Koenig, la CPI solo ha empezado a tener en cuenta este tipo de cuestiones.

Pruebas en la nube

A medida que la gente va conservando pruebas en sitios como Facebook, WhatsApp o YouTube, nos preguntamos: "¿Cómo podemos conservar esto de manera que preserve sus valores para nuestros fines?", pregunta Koenig, "pero también, ¿cómo podemos hacer que el contenido sea más impactante?".

SITU Research creó una plataforma similar para el procesamiento por la CPI de Ahmad Al Faqi Al Mahdi, también perteneciente a Ansar Eddine, acusado de destruir lugares del patrimonio cultural de Tombuctú. Pero Al Mahdi se declaró culpable, por lo que el tribunal nunca tuvo la oportunidad de evaluar la plataforma como prueba. Al Mahdi fue condenado a nueve años de prisión en 2016.

"Es todo un reto conseguir que la nueva tecnología se integre y se admita como prueba", aclara Brad Samuels, socio fundador de SITU Research. "Y a menudo la tecnología que está en el mundo no necesariamente llega a la sala del tribunal con rapidez".

La plataforma permite a los usuarios pasear virtualmente por la ciudad de Tombuctú, así como verla desde arriba. Dentro de la recreación virtual de la ciudad hay pruebas de video, foto y audio que muestran dónde y cuándo supuestamente ocurrieron los hechos. Por ejemplo, los usuarios pueden explorar una calle y encontrar un elemento etiquetado con la prueba correspondiente, hacer clic en él y ver un video de un momento concreto que muestra quién estaba supuestamente presente y qué ocurrió.

La plataforma de SITU combina imágenes de drones, imágenes por satélite, escáneres láser y otras formas de pruebas visuales que, según Samuels, permiten a los jueces ver las pruebas a lo largo del tiempo y el espacio de una forma que no sería posible de otro modo. Esto es especialmente importante en los casos de crímenes contra la humanidad, que exigen que los crímenes sean sistemáticos y generalizados, en contraposición a un único incidente aislado. Y dice que la plataforma tiene más valor que simplemente ayudar a los jueces a organizar las pruebas visuales que apoyan el testimonio de los testigos.

"En el caso de Tombuctú, la situación de la seguridad en Malí ha ido empeorando. Y los jueces no han podido ir en persona", explica Samuels. Por ejemplo, la plataforma incluye el interior de un antiguo banco que funcionaba como cuartel general de la policía islámica, y otro lugar donde alguien fue azotado.

"También puede convertirse en una herramienta para entrevistar a testigos sobre lo que vivieron", apunta Koenig sobre la plataforma de SITU, "si se piensa en algunas de las barreras lingüísticas y culturales, no tener un punto de contacto como ese, hacer que te guíen a través de lo que les sucedió puede ser casi una conjetura a veces de tratar de reconstruir su historia, sobre todo cuando hay mucho trauma involucrado y los recuerdos están fragmentados."

Acusadores contra defensores

Sarah Zarmsky, profesora adjunta de la Facultad de Derecho de Essex, añade, sin embargo, que a menudo los equipos de defensa de los acusados carecen de los mismos recursos que se ofrecen a la acusación.

"Esta plataforma se diseñó para la acusación", explica, "así que, aunque SITU Research hace un gran trabajo, la defensa tampoco cuenta con la misma experiencia. Así que hay muchas implicaciones para un juicio justo".

En un artículo publicado en 2023, el fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, señaló que "la defensa solicitó pleno acceso a la plataforma virtual, y requirió (y se le proporcionó) formación y orientación sobre su uso, de modo que también pudiera desplegarla cuando fuera necesario".

En el caso de la CPI, donde el tribunal permite que se presenten casi todas las pruebas y decide después el peso que se asigna a cada una de ellas, eso puede significar que un equipo de defensa sobrecargado de trabajo no tenga tiempo para examinar cada una de las pruebas. En el caso de algo novedoso como la plataforma creada por SITU, de acuerdo con Zarmsky, no está claro cuánto peso podría darle el tribunal a la hora de dictar sentencia.

Pero Khan afirmó que "la aceptación de la plataforma por parte de la Sala de Primera Instancia demuestra que la ley y el procedimiento de la CPI están preparados para dar cabida a enfoques con visión de futuro en la presentación de pruebas".

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.