Del curso: Liderazgo con inteligencia emocional

Tener más autoconocimiento

A pesar de que creemos que nos conocemos, lo cierto es que la evidencia nos dice que hay muy pocas personas que desarrollen un conocimiento completo propio. Podemos decir que el autoconocimiento tiene dos categorías diferentes. En primer lugar, el autoconocimiento interno hace referencia a la conciencia de nuestros valores, pasiones, aspiraciones, así como las reacciones de nuestro pensamiento o emociones que, a través de su manifestación en conductas, pueden convertirse en fortalezas o debilidades. Lógicamente, estas acaban teniendo un impacto en nuestras interacciones con los demás. De hecho, identificar las fortalezas y debilidades es, en sí mismo, un ejercicio fácil y al alcance de cualquiera que promueve el autoconocimiento. La evidencia empírica señala que el grado de autoconocimiento interno está relacionado con una mayor satisfacción en el trabajo y en la vida personal, así como un control personal y social que promueve una adecuada salud mental. Por otro lado, tendríamos el autoconocimiento externo, que hace referencia a la forma en la que conocemos cómo los demás nos perciben. Este factor es de vital importancia a la hora de generar relaciones de empatía y adoptar la perspectiva de los demás. Además, en clave de liderazgo, las personas que son más competentes en esta habilidad tienden a generar relaciones más satisfactorias con sus colaboradores y su influencia es más efectiva. Cuando lideramos personas, tenemos que buscar activamente trabajar tanto en la autoconciencia interna como la externa, puesto que debemos, por un lado, hacernos ver y entender de forma clara y, por el otro, comprender el feedback sobre la visión que los demás tienen de nosotros. Y es que existe una relación de construcción continua entre los líderes y sus colaboradores, ya que los líderes persiguen un arquetipo definido por las expectativas de sus seguidores. El líder se debe a ellos. ¿Qué sentido tiene un líder sin seguidores? Con este punto de vista, es importante entender que un líder tiene que estar conectado a las personas que lidera ya que, solo así, podrá mostrar apertura y predisposición suficientes como para reconstruirse y adaptarse. Para desarrollar el autoconocimiento, lo ideal es reflexionar a partir de preguntas. Para este vídeo he preparado unas preguntas que pueden ayudar a la autoreflexión y, con suerte, pueden tener un impacto en el autoconocimiento. Las encuentras en los ejercicios de este curso. Como verás, las preguntas no buscan un porqué, ya que los porqués no son demasiado útiles para el autoconocimiento. Por último, es muy útil abrir canales de feedback con aquellas personas con las que nos sintamos seguras o tengamos mayor confianza. El camino hacia el autoconocimiento requiere de alianzas estratégicas que nos proporcionen información valiosa que nos sirva en nuestro desarrollo. En definitiva, el autoconocimiento es vital para el éxito personal y profesional. Al final, cuando me conozco a mí mismo, soy capaz de elegir dónde enfocar mis emociones, mi energía, mis fortalezas y mi personalidad para orientar mejor el curso de mis decisiones y mi vida.

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