Road 96 - Análisis

Tus propios viajes, tus propias historias.

Análisis de Road 96: el viaje político, social y humano que se convierte en uno de los mejores indies de 2021

Cuando ves una película, ¿para qué lo haces? Una de las preguntas aparentemente sencillas que Road 96 te hace justo al comenzar a jugar. ¿Simple entretenimiento? ¿Para aprender o descubrir? ¿Es para que te haga sentir algo? ¿Escapar de la realidad? Esta selección no es baladí, porque la manera de comprender nuestro propio tiempo libre es una carta abierta sobre cómo nos tomamos el mundo y cuál es nuestra posición en él.

Si estás en contra de las actividades políticas y sociales de tu país, ¿haces algo para intentar cambiarlo? Esta es otra de las cuestiones lanzadas al inicio, y resulta la más importante de toda la obra. No sólo porque es probable que dudes en tu respuesta, sino porque estarás dándole vueltas durante toda la partida. Quizás quieras responder: me movilizo para que cambie, pero sepas que en realidad no lo estás haciendo en absoluto, por lo que sería mentir. ¿Huirías de un territorio opresor o lucharías para cambiarlo? ¿Cuánto amor tenemos realmente por nuestra tierra y nuestros seres queridos? ¿Es más sensato mirar hacia otro lado o llegar a morir por nuestros ideales? Parece demasiado profundo teniendo en cuenta la premisa y apariencia del juego, o de lo que hayas podido ver de él hasta ahora. Pero ya te digo que no.

En una de las primeras escenas de Road 96 tendrás que convencer (o no) a una agente de policía de lo que "está bien" o "está mal", más allá de lo que sea su trabajo y de sus órdenes. ¿Tratas de hacer que comprenda que sus acciones, en realidad, no hacen ningún bien a los ciudadanos? ¿Entiendes que no le queda otra y dejas pasar sus acciones? ¿Te quedas callado sin más? ¿Estás de acuerdo con lo que hace? Poco a poco, lo que parece un simple juego de tomar ciertas decisiones para tratar de llegar de una pieza al final del camino se convierte en una sucesión de escenas que te hacen reflexionar, sobre los acontecimientos que se viven en el juego pero también en nuestro día a día.

Es increíble cómo Road 96 consigue demostrar su buen olfato en lo social y político, camuflado entre personajes bastante histriónicos y muy característicos, que nos iremos encontrando a lo largo de nuestros múltiples intentos de huida del país. Porque no es un simple juego procedimental de decisiones con toques roguelike, que es como podríamos definir y etiquetar a esta aventura independiente si no levantamos sus capas y nos centramos en la más superficial. Pero me ha conseguido sorprender mucho más allá, me ha hecho pensar durante los múltiples viajes realizados por sus carreteras, gasolineras, restaurantes, campamentos y moteles, reflexionando y cambiando de opinión sobre mis ideales en la obra varias veces.

Y no es algo que la mayoría de videojuegos logran.

Road 96 nos pone en la piel de varios adolescentes que han escapado de casa y que intentan cruzar la frontera de su país. El territorio está gobernado por Tyrak, un líder opresor que está haciendo mucho daño a la sociedad, por la que cada uno lucha a su forma. Durante nuestro camino nos encontraremos con otros adolescentes que buscan huir para no mirar atrás y encontrar un futuro más próspero, otros que luchan de forma más activa a través de manifestaciones y otros actos pacíficos, al igual que encontraremos grupos como la Brigada cuyas formas son menos ortodoxas. En todos los casos pensaremos cuál es la mejor manera de afrontar este problema en el país, y si nuestras decisiones están siendo las correctas. ¿Apoyamos unas formas u otras? ¿Dejamos mostrar nuestro rechazo? ¿Miramos a otro lado y simplemente recomendamos huir a todo el mundo?

La obra es mucho más inteligente de lo que parece. Te presenta de forma superficial los problemas, que poco a poco vas comprendiendo mucho mejor en cada nuevo intento de huida. Al principio no sabes demasiado sobre las acciones políticas del líder actual, al igual que tampoco sabemos mucho de la líder de la oposición política (¿será esta una buena alternativa de verdad?). Apenas quedan unas semanas para el día de las elecciones, y todo gira alrededor de él: ese será el día en que todo cambie, para bien o para mal, en este país. ¿Qué haremos mientras pasan los días?

Camuflado en este entorno de roguelike en el que seleccionamos al adolescente con el que queremos emprender nuestro camino (no hay diferencias entre ellos más allá del punto del camino inicial, la salud con la que cuentan y el dinero que portan) y nos enfrentamos al camino hasta la frontera. En cada paso hacia adelante nos encontraremos con un nuevo hito, que suele estar protagonizado por diferentes personajes que iremos conociendo poco a poco en nuestros múltiples encuentros. Cada vez que hagamos un intento de huida el tiempo del juego seguirá avanzando sin detenerse hasta el día de las elecciones, por lo que Road 96, en realidad, presenta una historia lineal en la que varios personajes tienen protagonismo y nosotros descubrimos quiénes son, cómo y cuáles son sus intenciones cuando nos los encontramos por la carretera. Cuando coincidamos con ellos en un nuevo intento los sucesos anteriores ya habrán ocurrido, por lo que siempre se avanza.

La gracia del asunto es que cada intento es aleatorio y no sabemos con quién nos vamos a encontrar en cada momento, por lo que la forma en la que vamos desgranando la historia y vamos conociendo en mayor profundidad a estos personajes varía su orden. Descubrirás que las historias de la mayoría de ellos están más unidas de lo que parece, que cada uno tiene una intención muy clara de lo que hace y hará el día de las elecciones, y que nuestras pequeñas decisiones junto a ellos hará que puedan variar sus percepciones y acciones.

Nosotros, en realidad, no somos más que unos pequeños espectadores de Road 96 que van encontrando momentos por los que colarse para echar un vistazo a la vida de estos personajes, tan bien escritos y que sabrán conquistarnos a nuestra manera. Durante estos viajes los encontraremos en diferentes situaciones y tendremos que vivir con ellos algunas de sus revelaciones más importantes. Lo mejor es que mi manera de comprender la historia variará enormemente a la tuya, que encontrarás a estos personajes en diferente orden y, probablemente, llegarás al día de las elecciones sin haber podido ver la historia completa de todos ellos. Siempre faltará algo de información y siempre dará la sensación de que nuestros pequeños aportes hacen que su interior se remueva, quién sabe si en la buena o en la mala dirección.

Como jugadores tendremos que estar muy atentos de nuestra barra de resistencia, que marca las acciones que podemos realizar. Cada vez que avanzamos por la carretera perderemos segmentos, que tendremos que recuperar comiendo, bebiendo o durmiendo. Si nos quedamos a cero puede que nos capturen, que nos quedemos por el camino o que puedan suceder otras cosas (Road 96, en este sentido, se hace inesperado en el mejor sentido) pero por eso siempre será prioridad conseguir dinero (de la forma que sea) y tener un buen colchón de resistencia alimentándonos cuando podamos, o durmiendo en los lugares donde se permita. Después, habrá que tomar decisiones importantes para desplazarnos: ¿cogemos el autobús? ¿hacemos autostop? ¿pedimos un taxi? ¿caminamos sin más por la carretera? Todo esto determinará la cantidad de resistencia y dinero que perdemos, los riesgos que asumimos y, sobre todo, los personajes de la historia que podremos encontrarnos o no.

No esperéis grandes logros a nivel jugable con Road 96, pues todo se basa en pequeños minijuegos divertidos y bien medidos, que ayudan a que la estancia por sus carreteras y encuentros junto a sus personajes sean más amenos. Pero aquí estamos por la historia, por comprender la postura de este grupo de personajes que parecen tan diferentes entre sí y de sorprendernos ante sus acciones y conexiones.

Road 96 no funciona como un roguelike porque no lo es, no es un círculo vicioso de runs hasta que conseguimos llegar a la frontera y escapar, tampoco es una historia de decisiones en la que marcamos nuestro propio rumbo, aunque evidentemente hagamos variar los acontecimientos gracias a nuestras elecciones... Road 96 es mucho más. Es una pequeña aventura muy bien escrita que siempre guarda mucho más de lo que parece. Es una delicia encontrarse con estos personajes, dialogar con ellos y descubrir sus secretos. Y ojo con la impresionante banda sonora original que incorpora, que nos dejará con varios de esos pequeños momentos inolvidables mientras su canción principal suena y nosotros, simplemente, caminamos.

Cuando juegas a un videojuego, ¿por qué lo haces? Road 96 funciona en muchos sentidos, pero se disfruta mucho más cuando nos dejamos perder por sus carreteras y personajes, cuando intentamos reflexionar acerca de todos los sucesos y cuando comprendemos que no se trata de un simple juego de tomar decisiones y ya está. Es una obra que hace pensar y que, a mí mismo, me ha hecho ir variando mis preferencias y objetivos conforme se acercaba ese día de las elecciones... ¿cómo será el tuyo?

Road 96 se convierte, por méritos propios, en uno de los mejores videojuegos indies de todo el año, y en una de las experiencias más gratas a nivel general que he tenido en estos últimos meses. Piérdete por estas carreteras y trata de encontrar tu lugar. ¿Qué haces para cambiar tu país si estás en contra de las políticas ejercidas?

En este artículo

Road 96

Digixart Entertainment
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Análisis de Road 96: el viaje político, social y humano que se convierte en uno de los mejores indies de 2021

9
Increíble
Road 96 se convierte, gracias a su fina escritura y a su capacidad para hacer pensar y reflexionar, en uno de los mejores videojuegos independientes de 2021. Un excelente viaje de encuentros con tus ideales y, sobre todo, con los de los demás.
Road 96